Hablemos un poco de la autoestima
Es un tema recurrente que surge a lo largo del proceso terapéutico, y ustedes tal vez se pregunten por qué. La autoestima saludable es una de las aristas necesarias para la salud integral y el bienestar de la persona. Como terapeuta con mirada integrativa, comprendo y entiendo que el sujeto es un sujeto inmerso en un sistema el cual se retroalimenta y por ende, impacta en la información psíquica de la persona. Es decir, una persona recibe información ambiental; esa información predispone cierta "emocionalidad" y esa emocionalidad va impactando en el concepto de "sí" que el sujeto tiene. Si la información es de índole negativa, o poco constructiva, yo lo llamo "circulo vicioso", por el contrario, si la información ayuda a liberar potencial, generando bienestar y salubridad emocional, es un circulo virtuoso.
La autoestima está intrínsecamente vinculada con los pensamientos que yo tengo sobre mi mismo; qué características tiene mi dialogo interno, cuál es mi narrativa. Tiene que ver con ese conversación que tengo mientras manejo, mientras cocino, mientras me baño. Es eso que me digo cuando algo no sale bien, o de acuerdo a las expectativas sobre una situación determinada. La autoestima es una estructura interna construida a base de los conceptos sobre nosotros que fuimos incorporando durante nuestros primeros años de vida. Son paredes compuestas por ladrillos, donde cada uno tiene palabras que fueron modelando y dándonos una identidad. La Biblia enseña que Dios creó el mundo a través de las palabras, y creo que nosotros también tenemos un poder delegado para construir de acuerdo a lo que hablamos. Nuestros padres, tutores o encargados en nuestra infancia nos hablaron, dijeron cosas sobre nosotros. Muchas de esas palabras decantaron en temores actuales, o en nuestra confianza de que podemos hacer lo que soñamos.

La realidad es que desde la neurociencia nos cuentan que nuestro cerebro y la información contenida en nuestra red neuronal es maleable, es decir, podemos modificar lo que pensamos, y crear "paredes nuevas con nuevos ladrillos". Mi enfoque terapéutico consiste justamente en eso, en ayudar y acompañar a cada persona a encontrarse con esta información que condiciona y muchas veces genera una limitación o insatisfacción interna e inconsciente, poder procesar eso, y luego ir incorporando "ladrillos" de información que predispongan al bienestar.
La autoestima se trabaja, y se construye día a día, como quien trabaja su cuerpo, pero logrando cambios en su "estar" en el mundo. Es maravilloso ver cómo comienzan a vivir una vida más plena pudiendo amarse, teniéndose misericordia por lo que no sabían, por los desaciertos, por lo que según ellos "podrían haber hecho mejor". La terapia es un abrazo para el alma, no un lugar donde uno sabe algo que el otro no. Creo que cada persona está dotada de todo lo que necesita, sólo que no lo ha descubierto. Mi lugar es acompañar este alumbramiento de consciencia, y eso es maravilloso.
Si queres que te acompañe en este proceso, escribime.
Te abrazo.